Los ronquidos, esos molestos ruiditos que hacen algunas personas al dormir, son un efecto común de la apnea del sueño del sueño. Sin embargo, roncar no significa necesariamente padecer este tipo de trastorno del sueño, que puede implicar serias consecuencias para la salud si no se trata a tiempo.

Desde Farmacia de Jaime queremos darte algunas claves para que sepas diferenciar entre ronquidos simples o una apnea del sueño.

¿Apnea o ronquido?

Los ronquidos se producen por una obstrucción o estrechamiento de las vías respiratorias altas. En el caso de la apnea, la interrupción de la respiración regular mientras se duerme dura más de 10 segundos y provoca una reducción del nivel de oxígeno en sangre al no entrar aire en los pulmones.

Las personas que padecen apnea suelen tener ronquidos fuertes que les impiden conciliar un sueño profundo y descansar correctamente. Otro síntoma de la apnea es que los ronquidos son interrumpidos por un largo silencio, ya que la respiración se ha detenido, al que le sigue un jadeo o fuerte resoplido al tratar de inspirar.

La apnea obstructiva del sueño es la más habitual, que tiene lugar cuando los músculos de la parte superior de la garganta se relajan y colapsan, impidiendo la entrada de oxígeno.

La apnea es más frecuente en hombres que en mujeres, que suelen ser más propensas a partir de la menopausia, y en personas mayores. Algunas causas de la apnea son:

• La obesidad o exceso de peso.
• Enfermedades hormonales, como el hipotiroidismo, respiratorias o neurológicas.
• La ingesta de alcohol y el consumo de tabaco.
• Fármacos como los somníferos o antihistamínicos.
• Desviaciones del tabique y la existencia de pólipos nasales.
• Amígdalas de gran tamaño o una lengua larga.
• Maxilar inferior más pequeño o corto que el superior.
• Cuello grande.
• Congestión nasal.
• Factores genéticos.

Cómo tratar la apnea del sueño

Además de la falta de descanso, la apnea puede ocasionar fuertes dolores de cabeza, depresión, trastornos respiratorios y cardíacos, irritabilidad o disminución de la atención, entre otros. Por ese motivo, es muy importante detectarla a tiempo y comenzar a tratarla cuanto antes. Si sospechas que puedes padecer apnea del sueño, debes visitar a un médico.

Para dejar de roncar o tratar la apnea del sueño suave debes cambiar algunos hábitos:

• Comenzar a practicar ejercicio y llevar un dieta sana y equilibrada para bajar de peso en el caso de tener obesidad.
• Evitar el alcohol y bebidas estimulantes, sobre todo por la noche, el tabaco y no tomar somníferos para dormir.
• Dormir de lado.
• Antes de acostarse, sería recomendable que realizaces lavados nasales con productos que se basen en el agua del mar.
• Usar tiras nasales que pueden facilitar la respiración, ya que ayudan a abrir las vías nasales.

Otros tratamientos para la apnea del sueño

• Dormir con férulas de avance mandibular o aparatos bucales que permiten mantener o mover la mandíbula para aumentar la vía respiratoria superior.
• La terapia de CPAP (Presión Positiva Continua en la Vía Aérea), que consiste en dormir con una máscara que administra aire a alta presión de forma continua.
• En algunos casos, los médicos especialistas recomiendan tratamientos quirúrgicos como la septoplastia (corrección del tabique nasal desviado), la extirpación de las amígdalas o la cirugía del paladar y base de la lengua.