Si buscas potenciar los beneficios cosméticos en tu piel, añade un sérum en la rutina facial.

Este producto es clave en el cuidado de la piel gracias a su capacidad para ofrecer resultados visibles en menos tiempo. Pero, ¿por qué es tan importante?. En este post, te lo explicamos.

¿Qué es un sérum y por qué incorporarlo a tu rutina?

El sérum es un cosmético de textura ligera y alta concentración de principios activos que penetra en las capas más profundas de la piel. A diferencia de las cremas, que suelen actuar en la superficie, el sérum se formula para tratar necesidades específicas como la hidratación, las arrugas, las manchas o la falta de luminosidad.

Gracias a su alta eficacia, es perfecto para complementar tu crema hidratante o antiedad. Juntos, su efecto se multiplica, cuidando de tu piel y manteniéndola en su mejor estado.

¿Cuándo y cómo se aplica?

El sérum debe aplicarse después de la limpieza facial y antes de la crema hidratante. Este orden es esencial para que los activos del sérum penetren correctamente y las cremas actúen como un "escudo" que retiene la hidratación y protege la barrera cutánea.

Para aplicarlo:

1.Limpia bien tu rostro con un producto adecuado para tu tipo de piel.

2.Aplica de 2 a 3 gotas de sérum en la palma de tus manos.

3.Extiende el producto suavemente sobre la piel del rostro y cuello, evitando la zona del contorno de ojos (salvo que el sérum sea específico para esta área).

¿Qué tipos de sérum existen?

En función de las necesidades de tu piel, puedes elegir entre:

-Hidratantes: ideales para pieles secas o deshidratadas.

-Antimanchas: ayudan a unificar el tono de la piel.

-Antiedad: formulados para combatir arrugas y pérdida de firmeza.

-Iluminadores: perfectos para pieles apagadas o cansadas.

El sérum: tu imprescindible

Incorporar un sérum a tu rutina facial puede marcar la diferencia en la apariencia y salud de tu piel. Si necesitas asesoramiento para encontrar el ideal para ti, en Farmacia de Jaime estaremos encantados de ayudarte. ¡Contacta con nosotros!