En los mostradores de las farmacias escuchamos decenas de veces la típica pregunta: “Pero, ¿esto de la nutricosmética de verdad hace algo? ¿Cómo puede ser que algo preparado en pastillas quite las arrugas?” La realidad es que sí. Funciona y muy bien. Veamos el porqué.
La aplicación de cremas, peelings, sérums, lociones… Lo que conocemos como la cosmética aplicada, la de siempre, actúa básicamente sobre la capa más externa de la piel, la epidermis. Y es muy efectiva para darle hidratación, luminosidad, volumen, relleno … De eso no hay duda. Sin embargo, es en la capa de sostén, en el nivel inmediatamente inferior a la epidermis, en la dermis, donde se determina la capacidad de retención de la humedad y la elasticidad que cada persona tiene en su piel. Pues es en ella donde podemos encontrar los componentes básicos que rigen las propiedades físicas más importantes de la piel: la elastina, el colágeno y los agentes higroscópicos.
El mecanismo es muy simple. Los agentes causantes del deterioro de la piel: estrés, sol, contaminación, etc. Generan radicales libres. Estas partículas nocivas son capaces de alterar la estructura de la dermis, provocando así una reducción gradual de la concentración de elastina, colágeno y agentes capaces de retener la humedad. Así como de generar un desorden masivo de estas moléculas en los tejidos dérmicos. El resultado es una perturbación de las células de la piel a todos niveles, pero sobre todo en la dermis y en la epidermis. Obteniendo así una piel de poca calidad y una epidermis poco densa y más rígida. La situación ideal para que aparezcan enseguida arrugas, flaccidez y manchas.
Los productos cosméticos administrados por vía oral, como los de las conocidas marcas Inneov (Laboratorios Galderma) o Imedeen (Laboratorios Pfizer), actúan básicamente de dos formas. Por un lado, suministran un aporte extra a la dermis de las proteínas, polisacáridos y elementos que existen de forma natural en la piel. Por otro lado, proporcionan antioxidantes para combatir de manera directa los radicales libres, los causantes reales del problema.
Los resultados son rápidos y evidentes. La epidermis aumenta su grosor y densidad en torno al 30% en las personas que consumen habitualmente nutricosméticos. Las arrugas, ya sean incipientes o establecidas, se reducen visiblemente. Y la piel presenta un aspecto más terso y más bello.
Habría que explicar que la nutricosmética no sustituye o mejora a la cosmética standard, si no que la complementa y la perfecciona. Los productos cosméticos orales ejercen su función donde la cosmética tradicional no llega, o lo hace con más dificultad, a la dermis.
Desde la Farmacia Online De Jaime de Valencia, esperamos les haya resultado interesante este breve post.
José María de Jaime Ruiz
Farmacéutico Farmacia de Jaime
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