Todos hemos visto alguna vez la popular planta del romero, con su típica fragancia y sus flores azules que producen una miel muy sabrosa. Lo que no todo el mundo sabe es que dicho arbusto tiene un sinnúmero de propiedades farmacológicas, algunas utilizadas desde hace muchísimos años y otras, sin embargo, que todavía hoy día se están empezando a descubrir.
El romero es una planta especialmente abundante en la Comunidad Valenciana, incluso en Valencia, ya que crece con facilidad en parques y zonas verdes. ¿Por qué es tan cuantiosa en estas tierras? Pues porque es un vegetal que se desarrolla en todo tipo de suelos y se adapta muy bien al clima mediterráneo. Lo podemos encontrar desde el nivel del mar hasta los 1.500 metros de altitud, sobretodo en enclaves secos y soleados.
Aunque es un arbusto de sobra conocido, no está de más que demos un repaso a su morfología. El romero es una mata leñosa, erecta y elevada, que puede sobrepasar el metro de altura. Posee hojas lineares, de color verde por el haz y blancas por el envés. Sus flores, azuladas o blancas con manchas violeta, nacen en ramilletes y se intercalan entre las hojas.
En valenciano se denomina romaní o romer, pero el nombre científico es rosmarinus officinalis. Ya en un edicto de Carlomagno de finales del siglo VIII, aparece mencionada dicha planta con el nombre de ros marinum.
Profundicemos un poco en la etimología de estos términos. Nos encontramos ante dos posibilidades, podríamos optar por conceder al vocablo un origen latino: Ros - rocío y Marinus - marino, por ser una especie que no suele alejarse en demasía de las zonas costeras. De ahí que haya zonas en las que se conozca el romero como rocío de mar. O bien podría proceder de las voces griegas: Rhops - arbusto y Myrinos - aromático, debido a su elevada concentración en aceites que le confieren un olor profundo y cargado de aroma.
Respecto al epíteto "officinalis", se aplica a las especies que desde la antigüedad han sido consideradas medicinales, como vamos a ver que es el caso del romero.
Usos terapéuticos y leyendas del romero a través de la historia
El romero ha sido usado por el ser humano prácticamente desde sus albores. Ya los antiguos egipcios lo utilizaban en sus ritos para embalsamar las momias de los faraones. Dioscórides, médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia (s. I a. C.), en su libro III de plantas y remedios medicinales, asegura que la planta tiene virtud calorífica, apta para curar la ictericia si se cuece en agua y se da a beber al enfermo antes de realizar ejercicios.
Como vemos, entre los griegos y romanos de la época clásica, el romero adquirió ya cierta importancia, hasta tal punto que fue considerada una hierba sagrada. La utilizaban como incienso o como amuleto, principalmente en las bodas y para alejar el mal de ojo. Posteriormente, en la edad media, fue usado como sahumo, que no es otra cosa que quemar el romero para que el humo purifique las estancias. Se sahumaban sobretodo los dormitorios de personas enfermas. En aquellos tiempos, en Francia, comenzaban a usarla como bactericida en los hospitales públicos, pues ya conocían sus propiedades para prevenir las sepsis, la combinaban con enebro e incineraban la mezcla.
Una anécdota curiosa. En el año 1.235 de nuestra era, la Reina Izabella de Hungría padeció una enfermedad paralizante de etiología desconocida y ante la cual los medicos de la realeza se mostraban ineficaces. Cuenta la historia que un ermitaño llegó a la corte con una preparación de romero empapada en vino (un extracto aromático obtenido destilando la flor del rosmarinus con aguardiente), para intentar sanar a la reina. Y consiguió su objetivo ante el asombro de propios y extraños. Desde entonces, esta combinación conocida como Agua de la Reina de Hungría, ha sido utilizada para tratar la gota y la calvicie.
Fue durante aquellos años cuando comenzaron a gestarse una serie de rumores o leyendas que conferían al romero ciertas virtudes “mágicas”. Se creía que era una hierba con propiedades para potenciar la memoria. Como ejemplo baste decir que los estudiantes de la Grecia clásica se colocaban romero en el pelo para estimular la memoria antes de presentarse a sus exámenes. O que Shakespeare, en Hamlet, hiciera referencia al romero cuando Ofelia, personaje de esta obra, dice: "He aquí el romero, con el fin de que te haga recordar".
Otras leyendas lo asocian con la Virgen María, ya que se supone que es una de las hierbas que se encontraban en el pesebre del Niño Jesús. Y sino, valga esta habladuría que cuenta que durante mucho tiempo la gente creía que la razón por la que el romero no crece más de 6 pulgadas (metro y medio aprox.) en 33 años era para no ser más alto que Cristo.
Otra historia dice que si una planta de romero crece vigorosamente en el jardín de una familia, es que la mujer lleva los pantalones en la familia. Como vemos el romero ha dado lugar a todo tipo de mitos.
Propiedades farmacológicas del romero
Probablemente el romero sea una de las plantas mejor estudiadas desde el punto de vista experimental. Procedemos a desgranar algunas de sus acciones medicinales más importantes.
Tiene facultades antiinflamatorias comprobadas. Para la mayoría de los investigadores los activos contra la inflamación se encuentran en la parte aérea de la planta y son: tres ácidos orgánicos (el ursólico, el oleanoico y el micromérico) y los triterpenos.
Por otra banda, los efectos antitumorales del rosmarinus están dando resultados esperanzadores para la medicina. Destacamos como activo el carnosol que tiene propiedades para curar algunos tumores hepáticos, para proteger frente a melanomas cutáneos y carcinomas mamarios, así como para tratar leucemias, para lo cual también está indicado.
Como hemos comentado en párrafos anteriores, las propiedades antibacterianas del romero están acreditadas desde hace varios siglos. Hoy día se sabe con mayor exactitud que dicha planta es activa frente a bacterias Gram positivo, hongos patógenos e incluso frente a Helicobacter pylori (causante de la úlcera gastroduodenal). Los ácidos carnósico y rosmarínico son los principales componentes bioactivos.
El extracto acuoso de romero inhibe el daño producido por radiación ultravioleta, con lo cual se piensa puede dar lugar a una nueva vertiente en la fabricación de fotoprotectores. Por otro lado, la experiencia ha demostrado que la administración a largo plazo de romero tiene un efecto antitrombótico, es decir, anticoagulante, probablemente debido a inhibición de las plaquetas causada por el carnosol.
Algunos autores concluyen también que el romero tiene efecto antidiabético debido al carnosol y el ácido carnósico. Sin embargo, otros estudios parecen sugerir que el aceite volátil de rosmarinus officinalis posee un efecto inhibidor de la liberación de insulina, con lo cual sería perjudicial para los diabéticos. Otros estudios confirman también que dicha planta tiene un efecto antioxidante, probablemente ligado al carnosol.
Está indicado, no obstante, para bajar la presión arterial; la combinación arándano-romero (75/25) parece tener acción antihipertensiva. Se le otorgan también propiedades dermoprotectoras. El romero preparado en forma de crema, ha mostrado una acción protectora contra la dermatitis de contacto inducida por laurilsulfato sódico, un tensioactivo aniónico empleado en diversos productos de higiene personal, como pasta de dientes, champú y jabones de baño.
Algunos trabajos de tipo experimental indican que el romero posee propiedades hepatoprotectoras frente a la toxicidad inducida por azatioprina –un inmunosupresor muy utilizado en la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la hepatitis autoinmune, la esclerosis múltiple y otras enfermedades- y tetracloruro de carbono –un compuesto químico muy utilizado como extintor y en la producción de refrigerantes, pero actualmente abandonado debido a su toxicidad-. Posiblemente, el efecto sea debido al carnosol, activo más importante del romero.
Los resultados de un reciente estudio clínico indican que el extracto hidroalcohólico de romero posee componentes que incrementan el contenido de las mucosas en grupos sulfhidrilo, lo que se traduciría en un efecto antiulcerogénico. Dicho efecto se atribuye a la actividad de los compuestos antioxidantes.
Como hemos podido demostrar, el romero es un arbusto con grandes propiedades medicinales. Usado ampliamente en la industria farmacéutica y de la alimentación, además de utilizarse como planta ornamental en parques y jardines. Una planta patrimonio de la cuenca mediterránea cuyas virtudes debemos conocer.
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Desde la Farmacia Online De Jaime de Valencia, esperamos les haya resultado interesante este breve post.
José María de Jaime Ruiz – Eva Blasco Julve