De etimología griega clara, micro-: pequeño y bio: que posee vida. Microbio fue una palabra que surgió de los trabajos de Louis Pasteur para designar a organismos vivos visibles solo través de un microscopio. Fue utilizada por primera vez por el médico militar C. Sédillot, hombre de ciencia francés y contemporáneo del ilustre biólogo. Así Pasteur descubrió la existencia de estos seres diminutos y refutó definitivamente la teoría de la generación espontánea y Sédillot les puso nombre o lo que es lo mismo, los nominó. No le fue del todo fácil al inventor de la pasteurización, pues tenía la costumbre de mirar con lupa cada plato de comida que le llegaba en busca de microbios cuando alguien le invitaba a cenar, cosa que suponemos no le granjeó demasiadas invitaciones. Así, gracias al científico galo supimos que la “receta” para fabricar ratones a base de trapos sucios, orina y barro en realidad no funcionaba; vaya sorpresa.
Microbio fue una palabra que surgió de los trabajos de Louis Pasteur para designar a organismos vivos visibles solo través de un microscopio
El descubrimiento de la vida microscópica resultó, como suelen serlo los grandes descubrimientos científicos, una ventana a un universo desconocido, el que se observaba a través del microscopio, y una fuente de enigmas todavía mayores. Así podemos decir que un microbio es un ser vivo que no puede verse a simple vista. Esta definición incluye miembros de todos los dominios y reinos de la vida. Repasemos un poco estos grupos o taxones y veremos que pese a su pequeño tamaño tienen gran importancia, para lo bueno y lo malo. Es decir que como en las canciones de amor, no podemos vivir sin ellos, y con (algunos de) ellos tampoco, porque pueden ser mortales.
La clasificación más reciente de la vida habla de tres dominios o grandes grupos, uno de los cuales engloba las especies más conocidas plantas, animales, hongos…, mientras que los otros dos son de bacterias y arqueas, los procariotas.
Dominio Archea. Más vale bueno por conocer
Organismos muy simples, pequeños y bastante desconocidos. Les gusta el riesgo, pues viven en condiciones extremas, volcanes, lagos salinos, reactores nucleares, ácido sulfúrico, pero cada vez se encuentran en más lugares, como el suelo o nuestro propio intestino. Por ahora, las arqueas campeonas son unas que se descubrieron viviendo a dos metros de profundidad en el lugar más seco del planeta, el desierto de Atacama en Chile, con zonas en las que no llueve desde hace 400 años. Pues allí, ¡en condiciones muy similares a las de Marte!, estaban estas valientes esperando a ser encontradas. No obstante, en todo el grupo no se han descubierto especies parásitas, es decir, no son patógenas, no producen enfermedades. Es más, son muy importantes produciendo biogás y reciclando.
Dominio Eubacteria. Como decía el torero, hay bacterias pa to.
El descubrimiento de la vida microscópica resultó [...] una ventana a un universo desconocido, el que se observaba a través del microscopio, y una fuente de enigmas todavía mayores
Se parecen a las anteriores en forma y tamaño, aunque forman grupos independientes. También viven en muchos sitios, podríamos decir en todos. Con “todos” queremos decir todos. En el cristal externo de un transbordador espacial al volver a la Tierra después de estar mucho tiempo en la Luna, ¡se encontraron bacterias vivas! De estas señoritas hay buenas, muy buenas, malas, muy malas y la gran mayoría que no nos afectan.
Hay un montón, es el grupo más numeroso de seres vivos. En un gramo de tierra de bosque hay 40 millones de ejemplares. El 90% de nuestras células son bacterias que viven con nosotros en la piel, la nariz, sistema digestivo, y nos hacen compañía sin molestar, recordemos que son muy pequeñas.
La mayoría de especies descritas no nos afectan y tiene un papel importantísimo en el reciclaje del que se benefician las plantas. Otras son muy positivas para nosotros ya que nos aportan los productos lácteos, vinagre o el alcohol y la insulina. Sin embargo hay otras que son muy perjudiciales, algún precio teníamos que pagar por poder comer queso. Enfermedades como cólera, tifus, neumonía o sífilis son producidas por bacterias; así que ojito. La parte positiva es que pueden tratarse con antibióticos, los virus no.
Dominio Eukarya. Todo lo demás
Dominio Eukarya es ese gran grupo que engloba la mayoría de seres vivos que conocemos, incluyendo al ser humano. Se divide en reinos, en casi todos hay “microbios”, veamos cuáles:
- Reino Protista o ese cajón de sastre en el que los biólogos metemos cualquier cosa que no nos cuadra en otros grupos. Así los protistas son esos seres vivos que no son. No son plantas, no son animales, no son hongos, ni lo suficientemente simples para ser arqueas o bacterias, decimos que son protistas y nos quedamos tan panchos. Sin embargo, a pesar de su difícil definición tienen mucha importancia. Se dividen en dos grandes grupos: protozoos y algas. Los hay muy buenos en ambos. Desde algas que producen gran parte del oxígeno que respiramos o los protozoos que forman el plancton. Pero también pueden ser perjudiciales, como las algas que producen las mareas rojas. Y hay enfermedades muy importantes causadas por protozoos como la malaria, enfermedad del sueño o la toxoplasmosis, que lleva de cabeza a las mujeres embarazadas.
- Reino Fungi, los hongos. Cuando a alguien “le salen hongos” nos pensamos lo peor. Sin embargo si el “hongo que te sale” es una trufa blanca de 2000 € el kilo… En efecto, como en el resto de taxones hay especies buenas, malas y neutras, y como en los otros casos, también el balance es positivo. Son los “más recicladores del mundo” junto con las bacterias. Así, si no hubiera hongos, tendríamos los campos llenos de basura que no se descompondrían y a las plantas, sin nutrientes. Hongos hay de tres tipos. Las levaduras que son muy pequeñas y pueden causar enfermedades pulmonares; aunque se lo perdonamos, pues nos proporcionan el pan, la cerveza o el vino, casi nada. Los mohos, pueden ser molestos en paredes o fruta, pero nos dan también el queso azul, y sobre todo, los antibióticos, descubiertos en el hongo Penicilium (Adivinanza: ¿cómo se llamó a ese primer antibiótico?). Y por último los hongos seteros, rara vez parásitos y que nos proporcionan toneladas de alimento anualmente: champiñones, rebollones, seta de cardo, trufa…
En los dos reinos que faltan, plantas y animales no encontramos microbios en sentido estricto, comentaremos, no obstante, las especies más pequeñas a modo de curiosidad. El animal más pequeño es una avispa, Dicopomorphaechmepterygis, que mide 139 micras, 0.1 milímetros, más pequeño que este punto. La planta más pequeña es la lenteja de agua, Wolffia, que mide también menos de un milímetro y que tiene el mismo porcentaje de proteína que la soja, con lo que se utiliza como fuente de alimento pese a ser tan pequeña.
No comentamos aquí a los virus, viroide ni priones por no ser seres vivos. Lo dejaremos para la próxima entrada que por su interés, se lo merecen.
Desde la Farmacia Online De Jaime de Valencia, esperamos les haya resultado interesante este breve post.
Pablo de Jaime Ruiz.
Instituto “Francés de Aranda”. Teruel.