¿Por qué sudamos? O mejor dicho, ¿por qué sudamos en exceso? ¿Cómo podemos controlarlo? ¿Qué desodorante es el ideal para mí? Hoy vamos a intentar resolver todas estas cuestiones desde la Farmacia de Jaime Online de Valencia con un breve post.

Sudar es algo completamente necesario para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Es la manera más sencilla que tenemos de conseguir bajar la temperatura corporal, en situaciones en las que el cuerpo produce o acumula calor. Para ello, repartidas por todo el cuerpo se encuentran las glándulas sudoríparas, que pueden ser de dos tipos: las ecrinas y las apocrinas.

Las ecrinas liberan en mayor proporción agua, también sales minerales y básicamente son inodoras. Estas glándulas abundan especialmente en el tórax, en la cara y en las palmas de las manos.

Las apocrinas, sin embargo, emiten un líquido más viscoso; mezcla de agua, lípidos, feromonas y ciertos desechos metabólicos, principalmente aminoácidos. Este líquido tiene un ligero olor, aunque en principio no es desagradable, sino que simplemente se trata del olor corporal típico de cada individuo (diferente en hombres y mujeres debido a las feromonas). Estas glándulas, se distribuyen sobre todo por axilas, zona genital y conducto auditivo externo.

Estructura de la Piel. Con la glándula sudorípara claramente en la dermis.

El olor del sudor apocrino comienza a manifestarse con la pubertad, paralelamente al inicio de la secreción de feromonas, las hormonas que provocan los atractivos sexuales animales. Además, se incrementa también en dicho periodo el número y el tamaño de las glándulas del mismo nombre, así como también la cantidad de vello corporal. Este último hecho favorece la proliferación de las bacterias dérmicas, las verdaderas causantes del mal olor corporal como veremos a continuación.

El sudor apocrino tiene un olor ligero y no desagradable. Pero con el paso de las horas (30-60 minutos son suficientes), aparece el mal olor característico que progresivamente va haciéndose más fuerte, más penetrante y más desagradable.

El origen de este hedor está en las bacterias que residen en nuestra piel, la denominada flora bacteriana dérmica. Son multitud de especies de bacterias que se alimentan de los restos muertos de la epidermis y de los componentes del sudor. A cambio nos proporcionan ciertos beneficios, ya que nos protegen de otras bacterias que, de instalarse en la piel, provocarían irritaciones y trastornos más o menos graves.

Imagen de Escherichia Coli. Una entre los miles de
tipos de bacterias presentes en nuestra piel.

El problema es que estas bacterias, realizan un tipo de metabolización fermentativo de los nutrientes, es decir, se llevan a cabo sin oxígeno y dan lugar a pequeñas moléculas como productos de desecho. Las más habituales de estas moléculas son: ácidos grasos, amoniaco, alcoholes y compuestos sulfurados. Casi todas ellas son sustancias que producen cierta pestilencia. La proporción entre unas sustancias y otras es lo que diferencia el olor.

Dado que las bacterias se desarrollan mejor en lugares húmedos, calientes y poco iluminados, podemos deducir que sus zonas preferidas son las axilas, los genitales y los pies. En los genitales y las axilas el vello favorece el mantenimiento de un ambiente húmedo, oscuro y poco ventilado. En los pies, sin embargo, son los calcetines y zapatos los que favorecen su desarrollo.

No obstante, estar atractivos hacia el otro sexo es algo absolutamente básico para facilitar la reproducción y así la continuidad de la especie. De tal modo que irradiar aromas agradables desde nuestro cuerpo forma parte del juego de atracción macho-hembra. No solo en el ser humano, también en una gran cantidad de seres vivos.
Los antiguos egipcios fueron pioneros en cuidar este aspecto. Utilizaban mezclas de cítricos y canela para acabar con los olores rancios, también trabajan con el incienso y el algarrobo para estos menesteres. De hecho, recientemente se han descubierto cristales de aluminio en las tumbas de faraones con un supuesto uso desodorante.

Los griegos y los romanos asimilaron el uso del desodorante del pueblo egipcio. Posteriormente, estos últimos, después de su higiene personal en baños o termas, utilizaban almohadillas aromatizadas y se las ubicaban en las axilas para que perdurara al máximo el perfume.

Ya en 1888, la marca Mum comercializó el primer producto para paliar la humedad de las axilas y, por tanto, reducir el mal olor. Estaba formulado como una pasta y el principio activo era un compuesto de Zinc.

Sin embargo, el concepto de desodorante no llegaría hasta 1907, en el que un cirujano de Cincinnati creó el Odorono, un desodorante a base de sulfato de aluminio. Compuesto altamente astringente y por lo tanto muy efectivo para regular la sudoración. En un principio Orodono solo se vendía en farmacias.La expansión del uso del desodorante fue meteórica desde entonces. Las formulaciones de hoy día son infinitamente más completas y más efectivas. Incorporan ingredientes con propiedades antibacterianas: fenoles clorados y compuestos de amonio cuaternario. Estos productos formulados en un excipiente adecuado inhiben el crecimiento de la flora responsable de los malos olores. También contienen principios activos con propiedades astringentes, los famosos derivados alumínicos, conocidos desde la antigüedad. Además de perfumes y aromas hipoalergénicos, activos antitranspirantes, sustitutivos al etanol para conseguir mayor tolerancia, para hombre, para mujer, unisex… Entre otros muchos componentes.

Marcas famosas en farmacia

Vichy
Eficaces y tolerantes para todo tipo de piel, incluso la más sensible, está disponible en roll-on, stick, aerosol o crema. Una seguridad infalible durante todo el día contra los olores y la transpiración, incluso la excesiva. Modelos específicos de hombre, antitranspirantes intensos, para pieles depiladas, para pieles reactivas, sin sales de aluminio…

Eucerin
Están libres de agentes potenciales irritantes, como perfumes, alcohol, agentes conservantes y colorantes. Devuelven a la piel a su valor de pH natural. La fórmula se ha sometido a pruebas donde ha demostrado su efectividad en pieles muy sensibles y dermatitis atópica, así como en quienes padecen intolerancia al desodorante y eccema en las axilas.

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Hasta aquí una breve aportación desde la Farmacia de Jaime Online al conocimiento de los desodorantes. Esperamos que les haya gustado.

José María de Jaime Ruiz

Farmacéutico Farmacia de Jaime