El sol y el cáncer de piel
   10/10/2017 16:07:37
El sol y el cáncer de piel

Según las estimaciones que realiza la ONU a través del PNUMA, programa de las Naciones Unidas para la protección del medio ambiente, la cifra de cáncer de piel (CP) a nivel mundial supera los 2 millones de casos nuevos al año. De entre éstos, más de 200.000 son melanomas malignos, tumores (malignos) derivados de los melanocitos y que se desarrollan habitualmente en la piel.

Melanoma cutáneo maligno de 2.5cm por 1.5cm

Esta última patología es mucho más grave que el cáncer de piel, pues existe la posibilidad de que la neoplasia crezca y se propague a otras partes del cuerpo si no se detecta a tiempo.

Paciente con melanoma maligno en la cara. Podemos observar como se ha multiplicado su tamaño en 14 meses.

Tenemos que comentar que las personas con la piel blanca tienen más riesgo de padecer CP, como es el caso de la inmensa mayoría de la población española.

Por desgracia, la incidencia del CP va en aumento año tras año. Se ha demostrado fehacientemente que la frecuencia y a la cantidad de horas al sol, van asociadas con la probabilidad de padecer cáncer de piel. Debemos tener en cuenta que la insolación acumulada a lo largo de la vida del individuo es un factor clave. Hasta tal punto lo es, que las exposiciones solares que hayan producido quemaduras con ampollas en la infancia, se asocian con melanomas malignos en la edad adulta.

El único mecanismo realmente eficaz para prevenir el CP es mejorar los hábitos solares desde la infancia. La niñez es una etapa de la vida en la cual estamos generalmente más horas al sol que en otras. Se ha evaluado que los niños reciben tres veces más radiación ultravioleta B (UVB) que los adultos. En otros estudios se ha llegado a apreciar que durante la infancia se recibe el 80% del total de la exposición de toda una vida. Que los niños conozcan los beneficios y perjuicios del sol, así como que se acostumbren a utilizar los fotoprotectores, es capital para la prevención del cáncer de piel. Para ello, la mejor forma de reforzar estos comportamientos es predicar con el ejemplo. Esto es, que el niño vea que sus padres y formadores llevan a la práctica estas recomendaciones en sí mismos. Así conseguiremos que imite y que esta conducta perdure a lo largo de toda su vida. Poco a poco él ya se encargará de transmitirla a su propio entorno y así sucesivamente.


¿Por qué la exposición abusiva al sol puede provocarnos cáncer de piel? Las radiaciones UV y las infrarrojas (IR) tienen la capacidad de dañar el ADN de las células de nuestra piel, bien sea directa o indirectamente. El ADN es una macromolécula de carácter proteico, responsable de contener toda la información genética de un individuo y que además controla el funcionamiento interno de la célula, así como su multiplicación. Se encuentra dentro del núcleo y es absolutamente necesario que no sufra ningún tipo de deterioro para mantener la salud de la célula.

Existen sistemas de defensa celulares propios que permiten detectar los cambios en el material cromosómico y, si es posible, los repara. El problema viene cuando se superan los mecanismos protectores del ADN. Veamos, si aparece una mutación en el ADN, se activan los oncogenes (genes responsables de la transformación de una célula sana en maligna) y si los oncogenes supresores de tumores (inhibidores de la proliferación celular excesiva, los mecanismos protectores de los que hemos hablado) no son lo suficientemente eficaces para ejercer su función inhibidora (algo que puede ocurrir por múltiples motivos); es entonces cuando hay un riesgo alto de desarrollo de cáncer de piel.

La radiación UVA tiene también otros efectos negativos a largo plazo sobre la piel. Uno de ellos es el fotoenvejecimiento. El envejecimiento dérmico prematuro causado por el exceso de exposición solar tiene varias patologías. La elastosis solar es una de las más severas. En dicho problema la capa de colágeno del tejido dérmico se destruye y, por tanto, se acumula mucha más elastina, entonces las fibras conectivas se dañan y la persona se muestra más vieja de lo que debería estar para su edad real. También hay otras anomalías de la piel asociadas al exceso de sol sin protección: sequedad cutánea intensa, arrugas muy marcadas, flacidez, pérdida de elasticidad, hiperqueratosis e hiperpigmentaciones. Esta última es de las más frecuentes como podemos observar en la imagen.


No obstante, no debemos considerar al sol como algo pernicioso para nuestro organismo. La realidad es que la exposición a las radiaciones solares es necesaria para conservar un estado de salud adecuado. Pero siempre, eso por descontado, de manera moderada y tomando las precauciones convenientes. Debe saberse establecer el justo equilibrio entre los beneficios y los daños derivados de la radiación solar.


Entre los efectos positivos que han sido atribuidos a las radiaciones solares se hallan la acción antirraquítica (previene la enfermedad del raquitismo). La vitamina D3 se produce en la piel exclusivamente si se expone a la luz solar. Sin esa irradiación no podríamos generar dicha molécula. Esta vitamina ayuda a controlar en sangre los niveles de calcio y fósforo. Sin ella, el cuerpo produce tiene que sintetizar hormonas que estimulan la liberación de calcio y fósforo desde los huesos -que es donde más se concentran en nuestro organismo- para igualar los niveles con los del torrente sanguíneo. Esa pérdida de minerales básicos en la constitución ósea, ocasionará unos huesos débiles y blandos, síntoma del raquitismo. Además, la vitamina D está también directamente relacionada con la estimulación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, lo cual le confiere al sol cualidades antidepresivas.


El sol, al generar calor sobre nuestra piel, principalmente por los IR, estimula la circulación por dilatación de los vasos sanguíneos. También se le otorga al astro rey cierto efecto termorregulador sobre el organismo. Éstos son algunos de los ejemplos de efectos beneficiosos y necesarios de la radiación solar el cuerpo humano. Por ello, no debemos considerar al sol como un enemigo incondicional, pero tampoco debemos olvidar todo lo expuesto previamente en este artículo.


Vamos a finalizar este post intentando solventar algunas de las dudas más recurrentes que plantean los pacientes en las oficinas de farmacia. Por ejemplo, ¿si el día sale nublado hay que protegerse? Por supuesto, incluso en ausencia de sol directo los rayos ultravioleta A (UVA) acceden hasta nuestra piel en cantidad aproximada del 90%. ¿Detrás de los cristales o lunas de coches me puedo quemar por radiación solar? Sí, este tipo de material es capaz de frenar la mayoría de la radiación UVB, no así la UVA, ya que hasta un 30% de ésta puede atravesar el cristal. ¿Pueden atravesar el agua las radiaciones? Sí, las UVA sí.
¿En la sombra o bajo la sombrilla el niño necesita protección solar? Sí, porque las radiaciones solares se reflejan e inciden en la persona aunque no esté expuesta al sol directamente. ¿Si el niño está bronceado, necesita fotoprotector? Sí, porque el bronceado no nos protege frente a la radiación UVA. ¿La piel tiene memoria? Sí, los daños solares se acumulan de forma progresiva en la piel y ésta recuerda quemaduras importantes, sobre todo en la infancia. ¿El fin de un protector solar es aumentar las horas de exposición al sol? No, la protección adecuada permite una exposición razonable y adquirir bronceado sin riesgos.


Actualmente, una de las firmas líderes en protección solar es Anthelios. Nombre que recibe la línea de solares de La Roche Posay (L'Oreal), empresa que colabora con 25.000 dermatólogos de todo el mundo para contribuir en la reducción de la incidencia del cáncer de piel. Anthelios tiene una amplia gama de productos para el sol, todos ellos indicados para pieles sensibles. Formulados para maximizar la protección frente a los UVA, siguiendo los cánones que marca la UE. Las composiciones son ultra minimalistas: sin parabenes, testadas bajo control dermatológico? Además, se preparan con diferentes texturas para adaptarse a las necesidades de todo tipo de pieles.

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Desde la Farmacia De Jaime Online de Valencia, esperamos que les haya resultado interesante esta breve revisión bibliográfica sobre los daños que causa el exceso de exposición solar, centrándonos principalmente en la patología más grave, el cáncer de piel.

José María de Jaime Ruiz

Farmacéutico Farmacia de Jaime

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