Con objeto de completar la información de nuestra Tesis Doctoral[1], realizamos en su día un vaciado completo de los documentos de interés médico guardados en el Archivo de la Catedral de Segorbe (en adelante ACS), así pudimos localizar un elevado número de certificaciones expedidas por diversos médicos, relativos a las dolencias que en cada momento padecían los diferentes miembros del cabildo y de la catedral de Segorbe, documentos que servían generalmente para eximirles de las obligaciones de su oficio.
La importancia y el interés de este fondo documental no se nos escapa y, de hecho, tras nuestra consulta e inventario, ha pasado a formar un apartado independiente dentro del archivo. Aunque ya fueron convenientemente descritos en la citada Tesis, en el presente trabajo vamos a realizar un exhaustivo estudio de estos documentos, que nos van a permitir conocer las principales enfermedades que afectaban a los canónigos, beneficiados o simples mozos de coro de la catedral de Segorbe. Igualmente daremos noticia de la tendencia galenista y clásica de la medicina que todavía practicaban los médicos que entonces ejercían en la ciudad, así como de los tratamientos que preconizaban.
Cabildo catedralicio y canónigos
Para empezar, parece conveniente dar alguna explicación de lo que es el cabildo de una catedral, quienes lo integran y sus obligaciones principales, cuestión de interés para luego poder entender estos certificados médicos.
El cabildo de una catedral lo forma la comunidad de eclesiásticos de la misma, que constituyen una suerte de senado o de consejo del obispo que se encarga, entre otras cosas, de realizar con toda solemnidad las celebraciones del oficio divino. Antiguamente al frente del cabildo figuraba el arcediano, pero fue sustituido por el deán en esta representación ya desde el siglo XI.
En España los cabildos de las catedrales están formados por un número variable de canónigos y de beneficiados (antiguamente llamados racioneros). Los canónigos pueden tener cinco dignidades distintas: deán, arcipreste, arcediano, chantre y maestrescuela. A su vez existen los canónigos de oficio (lectoral, penitenciario, magistral y doctoral), que se distinguen de los canónigos de oposición o de gracia.
Entre las funciones de los canónigos y miembros del cabildo de una catedral está la de prestar reverencia al obispo dándole el primer lugar, asistirle o estar presente en su pontifical, escoltarlo, además de otras obligaciones como asistir al coro, a los capítulos y a los sermones de Adviento y de Cuaresma, so pena siempre de imposición de multas.
Para estimular al cumplimiento de estas obligaciones, al menos una parte de la dotación económica que percibían del estado se invertía en distribuciones y presencias cotidianas, que se repartían proporcionalmente entre los asistentes al coro, misas, procesiones o reuniones capitulares; pero también se perdían proporcionalmente por los que faltaran a las mismas, salvo excusa legítima.
Aquí encontramos ya una explicación a todos estos certificados médicos, evitar con los mismos la pérdida de emolumentos por faltar a los actos y responsabilidades que exigía la dignidad de su cargo, cuando estaban avalados por la prescripción médica. Independientemente también, todo canónigo tenía asimismo derecho a disfrutar de tres meses de presencia al año, es decir una especie de vacaciones de coro y de residencia.
Los certificados médicos de la catedral de Segorbe
La serie documental Certificados Médicos que hoy puede encontrarse en el ACS, constituye una serie con el nombre de “Documentación de trámite 1789-1839. Certificados Médicos, nº catálogo 635, nº serie 1”.
Si se recuerda la destrucción sistemática que las historias clínicas, los certificados médicos y otros documentos afines siguen sufriendo en nuestro país al considerarse anticuados y carentes de valor, resulta evidente la importancia de esta serie como fuente histórico-médica.
De los 141 documentos de carácter médico que forman la serie, 130 corresponden a certificados médicos propiamente dichos. Los hemos ordenado divididos en tres grupos: los firmados por profesionales que ejercían en Segorbe, por otros médicos no residentes en la ciudad, y al final los documentos afines de carácter sanitario.
- Certificados extendidos por médicos con ejercicio en Segorbe
Forman un legajo de 85 documentos, el primero fechado el 2 de febrero de 1789 y el más reciente de 6 de junio de 1884. Están escritos en castellano sobre papel cuyas dimensiones suelen variar poco de 31 por 21’5 cms. Ordenados alfabéticamente por el nombre del médico, con indicación de su cargo y títulos, en renglones sucesivos dejamos el nombre del paciente y, separados por medio de barras, la enfermedad, tratamiento y, al final, la fecha de expedición del certificado entre paréntesis.
Tanto la descripción del diagnóstico como el tratamiento lo transcribimos con la mayor fidelidad léxica posible, sin desdeñar a veces hacerlo literalmente. Todo ello con vistas a reproducir lo mejor posible la literatura técnica de la época. Cuando el sentido oscuro de los términos lo exigen, bastante a menudo, por medio de notas a pie de página damos una explicación de los mismos. La relación es como sigue:
AMORÓS, Juan José (médico)
-Luis Monteagud Segrelles, presbítero / Reumatismo articular crónico[2] / Tomar baños de Villavieja o equivalentes (30.06.1876)
CAMPOS, Francisco (médico del cabildo)
- Francisco Aracot, arcediano mayor / Prosigue sus dolencias / Sin obligación de acudir al coro (02.02.1789)
- Felipe Ruuio, beneficiado / Indisposición ictérica[3] / Sin obligación de residir[4] y hacer ejercicio (27.04.1789)
Pedro Carsi, beneficiado / Herpes[5] y otros síntomas / Debe pasar a Valencia a tomar los baños (18.05.1789)
CERVERA, Salvador (médico)
- Vicente Echevarría, beneficiado / Diátesis reumática[6] con dolores / Al no poder recurrir a las termas en esta estación, pase dos novenas en las aguas de Villavieja continuando con tratamiento farmacológico (06.06.1884)
GARGALLO, Mariano (médico)
- Vicente Vilache, presbítero / Calentura[7] que le imposibilita asistir al coro / Conveniencia de paseos (03.02.1789)
- Thomas Prats / Accidente en los ojos / Tomar las aguas de Navajas (31.07.1789)
GIL, Pedro (médico y Subdelegado de Sanidad del distrito)
- Antonio La Cruz, presbítero sacristán / Erupciones de la piel herpéticas / Tomar baños de mar (20.07.1865)
GIL, Salvador (médico de Segorbe)
- Estevan Martínez, beneficiado / Calentura inflamatoria de la que convalece / Incapacitado para las labores de su ministerio (20.12.1835)
- Pascual Borg, beneficiado / Inflamación crónica de estómago[8] / Liberar de los “Usos que tenga por conducentes” (28.04.1836)
- Pascual Borg, beneficiado / Grave dolencia en el cardias de la parta alta del estómago llamada una gastritis crónica habitual[9] / “Fines que le competen” (28.05.1836)
LOMBARTE Y GINER, Vicente (médico titular del cabildo)
- Joaquín Castellote, clérigo de prima y mozo de coro / Úlceras en la boca[10], predominio del sistema linfático con deterioro del sanguíneo ocasionado por la supresión del sudor de los pies y evacuación habitual y copiosa en dicho sujeto / Exención de tareas para evitar la impresión del frío y la humedad sobre todo de las noches, como repercusivos de la exaltación cutánea causal de tales dolencias, fortificar los sistemas de nuestra economía en general por medio del ejercicio al ambiente libre y bien oxigenado (21 / 09 / 1831)
LUCIA Y MARTÍNEZ, Carlos (médico titular del cabildo)
- José Guardiola, canónigo / Experimenta las consecuencias ordinarias de la estación actual / Uso metódico de baños de mar (15.07.1876)
- Olegario Puchades, canónigo arcediano / Accidentes del aparato urinario / Uso de aguas minerales diuréticas (31.08.1876)
MARTÍNEZ, Trinitario (médico)
- Mariano Gisbert, canónigo / Achaques y estado valetudinario[11] / Imposibilidad para cualquier clase de ejercicio (09.11.1876)
POBO Y MARTÍNEZ, Miguel (médico titular de Segorbe y del Seminario Conciliar)
- Jayme Esteban, beneficiado / Gastroenteritis crónica[12] (02.03.1838)
- Pablo Carreras, canónigo / Padece dolores que le atormentan desde hace mucho tiempo / Pase a Valencia a restablecerse (10.04.1841)
- José Marco, beneficiado / Cólico humoral flatulento[13] con dolores y diarrea, también vértigos producidos por la debilidad[14] de cabeza / Abstenerse de ir al coro y de tareas mentales, medicamentos, ejercicio a horas cómodas y cambiar de aguas, aires y alimentos (23.09.1841)
- Jaime Esteban, beneficiado / Sigue padeciendo la enfermedad consabida (01.10.1843)
- Jaime Esteban, beneficiado / Padece dolores de estómago desde hace mucho tiempo (01.11.1843)
REDONDO Y GASEND, Manuel (cirujano)
- José Benajes, beneficiado / Debilidad de cabeza por un insulto perlático[15] que le atacó la cabeza y le hizo perder el conocimiento produciéndole una herida y gran equimosis[16] / No residir hasta que se restablezca (22.07.1831)
RICART MARTÍNEZ, José (médico del Hospital Cívico-Militar)
- José García Carbajosa, beneficiado / Desde hace más de cuatro años padece un reúma articular crónico / Debe tomar baños termales al menos para que los dolores no se presenten con mucha intensidad en las estaciones frías y húmedas (30.05.1876)
- Antonio Blandina y Orduña, beneficiado, 66 años / Desde hace dos años padece una inflamación crónica de la cámara posterior de la boca (garganta) que le impide casi habitualmente los movimientos de la respiración sobre todo en tiempo frío y húmedo (09.05.1877)
SIMÓN Y VICENTE, Matías (médico de Segorbe condecorado con la Cruz de Epidemias)
- Ignacio Jimeno, beneficiado de más de 70 años / Vértigos o rotación aparente de los objetos[17], vacilación de miembros que le impide andar sin ayuda de otras personas a riesgo de caídas (27.03.1876)
VÁZQUEZ, Faustino (médico de los Reales Ejércitos establecido en Segorbe)
- Abdón Pinazo, canónigo lectoral / Reúma gotoso[18] en ambos pies / Viajar para cambiar de aguas, alimentos y aire (16.04.1828)
- José Latorre, presbítero beneficiado / Epilepsia[19] con dos crisis en poco tiempo, edad avanzada / Salir de casa a ratos e imposibilidad de ir al coro (14.02.1829)
- José Latorre, presbítero beneficiado / Prosigue la sintomatología / Salir de casa a ratos e imposibilidad de ir al coro (10.03.1829)
- José Latorre, presbítero beneficiado / La hemiplexia[20] el pasado invierno le deja torpeza en todo el sistema motriz, frecuentes vahídos[21] de cabeza que le impiden el rezo, y edad avanzada / Se le permita salir del coro cuando le incomoden los cánticos, dispensarle de ceremonias de pie, arrodillado y otras violentas, considerándole un jubilado (04.07.1829)
- Abdón Pinazo, canónigo lectoral / Vehementes vahídos de cabeza debidos al humor gotoso que le predomina / Exonerar de ir al coro (27.01.1831)
- Abdón Pinazo, canónigo lectoral / Vahídos de cabeza consecuencia de ciertas crudezas[22] o malas digestiones a causa de sus tareas literarias / Cambio de aguas y aires, viajar a la sierra, evitar trabajo mental (19.08.1831)
- José Marco, beneficiado / Cólico flatulento por depravadas digestiones y vida sedentaria / Cambio de aguas, aires y alimentos, y vida más activa (21.09.1831)
- Pablo Carreras, canónigo / Reúma crónico sostenido por un vicio[23] herpético / Viajar esta primavera con cambio de aguas, aires y alimentos (20.04.1835)
- Pablo Carreras, canónigo / Sigue padeciendo un herpes crónico / Baños de mar (30.07.1835)
- Pablo Carreras, canónigo / Dolor reumatoso en diferentes articulaciones del cuerpo / Pase a Valencia a tomar los baños de casa de Espinosa o los que más le convengan (01.04.1836)
- Valeriano Lacruz, presbítero / Vértigo o dolor de cabeza continuo, vigilia y depravación[24] de las funciones digestivas, originado por pasiones de ánimo[25] / Pase a Valencia a distraerse y disfrutar las delicias del campo (15.02.1838)
- Pablo Carreras, canónigo / Afección erisipelatosa[26] en cara y cuello resultante de un herpes crónico / Cuando se rebaje la erisipela salga a pasear en horas cómodas sin asistir al coro, y en todo caso pase a Valencia con clima más templado a tomar baños calientes (19.01.1841)
VICENTE Y DEL MAS, Blas (médico titular de la ciudad y del cabildo, corresponsal de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz)
- Rafael Todo, salmista / Afección convulsiva[27] / Impide las funciones de su ministerio (30.04.1823)
- Bartolomé Serra, salmista / Dolores vagos[28] y crónicos en las articulaciones / Tomar los baños en las aguas medicinales de Villavieja (31.05.1823)
- Vicente Pina, organista / Afección reumática, vaga y habitual / Tomar baños de Villavieja (01.06.1823)
- Francisco Arteaga, canónigo / Úlcera en el esfínter del ano / Pase a Valencia, Madrid o Barcelona para ser operado por mano diestra para precaver una fístula (02.01.1826)
- Bartolomé Serra, presbítero salmista / Hernia completa[29] acompañada de vicio reumático, inapetencia y estiptiquez de vientre[30] / Cambio de vida, de agua y aires (19.04.1827) / Firma también el certificado Juan Bautista Jordán (cirujano)
- Vicente Jordán, beneficiado / Afección en el ojo izquierdo que casi le produce la pérdida de la visión / Pase a la capital a consultar con un especialista de la visión (25.09.1827)
- Hermenegildo Vilache, beneficiado / Afección de los órganos digestivos con edema[31] de las extremidades inferiores y gran debilidad / Imposibilidad de ejercer los actos de su ministerio (28.08.1827)
- Carlos Exarque, canónigo / Astenia[32] general, afección catarral, irritación del sistema vascular, coriza[33] y dolor de cabeza / Pase a lugar montuoso donde respire agua pura y beba aguas digestivas (06.03.1828)
- Miguel Tejadillos, individuo residente en la catedral / Calentura gastrocatarral con síntomas adinámicos[34] y atáxicos[35], debilidad en la vida animal como orgánica / Salir a hacer ejercicio en horas serenas abteniéndose de ir al coro (02.03.1829)
- Rafael Lomar, sacerdote / Imposibilidad del ejercicio de su ministerio, conveniencia de salir de la ciudad unos días (04.03.1830)
- José María Baio, beneficiado / Todos veranos padece una gastrodinia[36] o dolor de estómago con desarreglo en las digestiones y evacuaciones albinas / No debe ejercer actos de frecuente asistencia (02.06.1830)
- Carlos Exarque, canónigo / Astenia general, afección catarral, irritación del sistema vascular, coriza y dolor de cabeza / Pase a lugar montuoso donde respire agua pura y beba aguas digestivas (06.03.1828)
- Antonio Valero, canónigo penitenciario / Herpes furfuráceo[37] añejo acompañado de gran ardor y picazón que simpatiza con el sistema mucoso digestivo y membranas cerebrales produciendo cólicos y vahídos de cabeza / Pase a Valencia para tomar baños tibios de agua dulce y de inmedito de agua de mar, pasando a finales de agosto a los baños minerales sulfurosos de esta provincia o de fuera de ella (09.06.1830)
- Manuel Escorigüela, sacerdote de 75 años / Cólico agudo[38], afección de pecho por el uso que ha hecho de los pulmones muchos años tocando instrumentos de viento / Licencia para asistir al coro cuando se encuentre bien, y paseos en horas cómodas y proporcionadas (27.06.1830)
- Pantaleón Espín, canónigo arcediano menor / Padece desde hace seis u ocho días afección catarral acompañada de tos, lagrimeo y ronquera / No está en disposición de residir hasta que desaparezcan los síntomas (06.02.1831)
- Pablo Carreras, canónigo / Ligeros dolores vagos[39] en las articulaciones, picazón y prurito en varias partes de la piel, vahídos de cabeza, inapetencia y vigilias, efecto del virus herpético añejo que le ataca todos años en primavera y verano / Salir al campo a pasear los días de atmósfera serena para distraerse y cansarse, hasta que llega el tiempo apto de tomar los baños de mar, absolutamente precisos en la dolencia (13.06.1831)
- Pantaleón Espín, arcediano menor / Prevenir ataques de cólico bilioso[40] a que en razón de su temperamento está expuesto / Tomar algunos días suero por la mañana en ayunas, hacer ejercicio paseando por fuera de la ciudad, y no acudir a los actos de la residencia “interín haga uso de dicho refresco” (19.06.1831)
- Pedro Antonio Lazcano, canónigo / Atonía[41] del sistema nervioso manifestado en la lectura de las vigilias, vértigos frecuentes, inercia en el sistema locomotor, inapetencia y trastornos en la función digestiva, producido todo por pasiones de ánimo deprimentes[42] / Descanso, tranquilidad de espíritu y cambio de aires y aguas (20.06.1831)
- Salvador Piquer, sacerdote tenor / Atonía o debilidad del sistema locomotor acompañado de inapetencia, tristeza, dispepsias[43] o digestiones difíciles y sobre todo suma delicadeza en toda la masa encefálica / Pase a Navajas a tomar las aguas, ejercicios moderados y distracciones de la naturaleza y de las fuentes abundantes (08.07.1831)
- Vicente Quixal, canónigo / Virus herpético hereditario exasperado por el calor del verano que le ha producido fluxión de mandíbulas durante 3 ó 4 días, que ha cesado y ha hecho metástasis en los huesos fémures con los inominados irradiándose a la articulación del húmero con el omóplato izquierdo produciendo un reúma herpético constitucional[44] / Pasar a Valencia a tomar baños sulfurosos y si lo estiman conveniente los facultativos también baños de mar (31.07.1831)
- José Venages, beneficiado / Torpeza, hormigueo y dolor en el brazo derecho con amenaza de hemiplegia[45] o parálisis del lado derecho / Pasar a los baños de Segura de Aragón y después al pueblo de su naturaleza a disfrutar de aires bien oxigenados y de aguas fuertes y digestivas (11.08.1831)
- Bartolomé Serra, salmista / Irritación crónica habitual de la membrana mucosa de la laringe, con un enterocele o hernia intestinal completa, todo lo cual le impide forzar mucho la voz so pena de padecer grandes dolores abdominales y el riesgo de quedarse sin voz / Cumpla su ministerio cuidándose de irritar los órganos de la voz (19.08.1831)
- Vicente Richart, chantre / Parálisis del lado izquierdo, acompañado de anginas y demasiada plenitud de sangre[46] / Pasear en horas cómodas, ejercicio moderado y distracciones (23.08.1831)
- Pantaleón Espín, arcediano de Alpuente / Continuos cólicos violentos procedentes de abundancia de bilis, de obstrucciones[47] y de ataques al pecho nacidos de una tos estomacal el invierno pasado / Pasar a los baños de Segura de Aragón (26.08.1831)
- Miguel Cortés, canónigo penitenciario / Exonfalo o hernia umbilical con un vicio herpético que le ataca al exterior impidiéndole adoptar ciertas posturas / Tomar aguas minerales, leches, refrescos, ejercicio moderado, paseos y evitar demasiado estudio (28.08.1831)[48]
- Vicente Cerbera, chantre / Afección catarral, con tos y muy infectados los pulmones de mucosidades, además de ligeros dolores reumáticos en las articulaciones / Abstenerse del canto y pasar a su país a disfrutar de las aguas y aires nativos (31.08.1831)
- Salvador Piquer, capellán tenor / Afección crónica de estómago con dispepsias continuas o mala cocción[49] de los alimentos debido a una hiperestesia o aumento de la sensibilidad animal que irradia a la cabeza e impide todo trabajo mental por pequeño que sea / Distraerse y abstenerse de su ministerio debido a la debilidad (03.09.1831)
- Vicente Richart, chantre / Hace mes y medio padeció ataque epiléptico que le ha dejado torpeza, pesadez e inmovilidad del lado que fue atacado / Pasar a los baños de Villavieja a tomar las aguas dos novenas (15.09.1831)
- Salvador Piquer, capellán tenor / Afección crónica del estómago que da dispepsias continuas y mala cocción de los alimentos por hiperestesia, aumento de la sensibilidad animal que irradia a la cabeza y le impide todo trabajo mental / Distracción y no sujetarse en todo al desempeño de su ministerio (04.10.1831)
- Pablo Carreras, canónigo / Virus herpético crónico con retroceso hacia la túnica mucosa digestiva [50] que le ha producido calentura, vigilia, inapetencia y displicencia[51] / Pasar al clima y aguas de Valencia (22.10.1831)
- Cristóbal Quinzá, presbítero / Afección gástrica habitual a veces con dolor pungitivo[52] de estómago, estitiguez[53] de vientre, borborismo[54], regüeldos e inapetencia / Pasar a su país que es San Felipe a usar sus aires y aguas (24.10.1831)
- Vicente Cervera, chantre / Neumonía o inflamación del pulmón de la que convalece / No hacer trabajo mental ni los deberes de su ministerio por haber quedado atónicos o débiles los órganos que sirven para el canto y la voz, y pase a su país casi nativo de la Plana durante el invierno por su clima más benigno y templado (01.11.1831)
- Miguel Cortés, canónigo penitenciario / Essonfalo[55] o hernia umbilical con virus herpético en diversos puntos de la superficie cutánea / Para que no se incrementen en el invierno guarde quietud en su casa las noches y mañanas frías (18.12.1831)[56]
- Fernando Mínguez, canónigo deán / Debilidad en las extremidades inferiores que le impide estar de pie / No salga de casa ni resida (21.12.1833)
- Jaime Estevan, beneficiado / Afección del aparato digestivo desde hace tiempo / No puede residir (10.01.1835)
- Bernardo Aliaga, canónigo deán / Calentura mucosa, guarda cama desde el 7 de este mes / No puede residir (11.02.1835)
- Pedro Lazcano, canónigo / Indigestión acompañada de vértigos o vahído de cabeza, fuerte dolor de la misma después de comer, lo que prueba que no hace bien el estómago la cocción de los alimentos / Moderado ejercicio después de comer para que perfeccione la digestión (18.02.1835)
- Bernaro Aliaga, canónigo deán / Prosigue la convalecencia / No salir de casa (07.03.1835)
- Bernardo Aliaga, canónigo deán / Convalece de la calentura gástrica / No puede ejercer su ministerio (15.04.1835)
- Valeriano Lacruz, beneficiado / Diarrea con afección de estómago / Tome las aguas de Navajas que ya lleva seis días usando, método arreglado de vida y no ejerza las tareas de su ministerio (09.10.1835)
- Bernardo Aliaga, canónigo deán / Debilidad añeja en el lado izquierdo, con dolor durante un año / No puede salir de casa (01.02.1836)
- José Gómez Haedo, canónigo tesorero / Desde hace años padece afección de estómago sobre todo en los cambios atmosféricos repentinos / Abstenerse de ejercicio moral y hacerlo corporal en días serenos y apacibles (09.02.1836)
- Valentín Carnicer, canónigo doctoral / Afección del aparato digestivo que a ciertas horas del día o noche le - incomoda bastante / Paseo y ejercicio moderado absteniéndose de trabajos fuertes de las facultades intelectuales (02.03.1836)
- Bernardo Aliaga, canónigo deán / Prosigue la inmovilidad en las extremidades inferiores / No puede salir de casa (20.03.1836)
- José Gómez Haedo, canónigo tesorero / Sigue la afección del aparato digestivo con síntomas nerviosos que hace años le afligen / Abstenerse de ejercer su ministerio (19.05.1836)
- Vicente Richart, chantre / Irritación de los órganos de la orina resintiéndose simpáticamente[57] las fauces y partes inmediatas / Abstenerse de cantar, ejercicio moderado, refrescar a menudo, y pasar a Valencia a tomar baños dulces y tibios (12.09.1836)
- Jayme Esteban, beneficiado / Gastroenteritis[58] crónica que le aflige desde hace tantos años (02.04.1838)
Bartolomé Serra, salmista / Hernia inguinal o enterocele tan completo que la mayor parte de los intestinos crasos están caídos en el escroto / Para evitar los cólicos debe abstenerse del mucho ejercicio sobre todo en el canto y llevar vida muy arreglada (19.09.1841)
- Vicente Rivelles, beneficiado / Afectado el aparato de la digestión con borborismo, inapetencia, ligeros dolores, soltura de vientre / Marchar a disfrutar aguas más fuertes y aires más puros (15.10.1844)
- Certificados extendidos por médicos no residentes en Segorbe
Este grupo consta de 45 certificados escritos sobre papel, en castellano y firmados por médicos de otras ciudades, sobre todo capitales, donde acudían los clérigos por recomendación de los facultativos segorbinos o por iniciativa propia. Generalmente llevan el refrendo de escribanos o notarios de la ciudad correspondiente. El primero lleva la fecha de 31 de marzo de 1789, y el último se expidió el 17 de marzo de 1928. Se mantiene la misma secuencia de datos, sólo que la fecha va precedida del lugar de emisión del certificado.
ASO TRAVIESO, Sebastián (catedrático de medicina y cirugía médica de San Carlos, Madrid)
- José Martínez Loaysa, canónigo / Fuertes convulsiones padecidas en Segorbe y Palencia, estado hipocondríaco[59] nervioso con tendencia a la cabeza / No debe desplazarse (Madrid, 17.11.1823)
- José Martínez Loaysa, canónigo / Fuertes convulsiones padecidas en Segorbe y Palencia, estado hipocondríaco nervioso con tendencia a la cabeza, con calentura catarral nerviosa que le hace guardar cama / No debe desplazarse (Madrid, 23.12.1823)
BOIRA, Tadeo (médico de Zaragoza)
- Pantaleón Espín, canónigo / Lo ha visitado 17 años y por razón de su disposición física y moral ve atacada la cabeza con la mayor furia produciendo inflamación erisipelatosa con destilos acres[60], vigilias pertinaces que acaban en accidentes horrorosos que concluyen con la destrucción del individuo / Leche de burra que debe tomar en su propio país por tiempo mayor de 20 ó 30 días que no son suficientes para corregir un vicio humoral tan peligroso (Zaragoza, 13.12.1831)
CANTOS, Genaro (médico de San Felipe, Játiva)
- Cristóbal Quinzá, presbítero / Inflamación crónica del vientre / Imposibilidad de desplazarse (San Felipe, 20.10.1831)
CASAS, Prudencio (médico de Zaragoza)
- Antonio Lagunilla, beneficiado / Gastrohepatalgia[61] / Imposibilidad de ejercer su ministerio (Zaragoza, 08.08.1876)
CENEL, Victoriano (médico exdirector de Sanidad Marítima, sabio de la Academia Médico-Quirúrgica Matritense)
- José Carbajosa, párroco de la Riera del Concejo de Cangas de Onís (Oviedo) / Se inició una enfermedad hace dos meses con fiebre que se complicó con pleuresía[62] intensa de la que queda un derrame seroso[63] / Imposibilidad de viajar por lo frío de la estación (Cangas de Onís, 22.01.1896)
CLEMENTE, Miguel Antonio de (médico de Cádiz)
- Gonzalo Chavia Herrando, beneficiado / Inflamación crónica de amígdalas agudizada en mayo con progresión hacia la laringe / En este estado permaneció un mes (Cádiz, 30.09.1876)
CHABERT, Antonio; GALANZA, Miguel (médicos de Sagunto)
- Manuel Fernández Belenguer, maestrescuela / Reumatismo articular crónico[64] en las articulaciones de la rodilla y tibiotarsianas, diarrea catarral crónica / Guardar cama largas temporadas sin salir de casa o ayudado de muletas y permanecer en la ciudad donde mejora (Sagunto, 31.05.1876)
ESCRIG Y VELA, Jaime (médico de Liria)
- Pedro Escrig y Magro, beneficiado / Laringitis crónica[65] que por causas leves producen inflamaciones violentas con flujo sanguinolento de la mucosa y respiración dificultosa (Liria, 31.08.1876)
FENOLLOSA, Francisco Javier (médico de Castellón de la Plana)
- Vicente Guiralt y Segarra, canónigo / Dolores vagos en los músculos y articulaciones / Tomar aguas nativas de Villavieja (Castellón, 04.09.1831)
FERRER, Manuel (maestro cirujano de Gátova)
- Bernardo Aliaga, deán / Decadencia de estómago con inapetencia que le producen hinchazón de pies y maléolos / Imposibilidad de asistir a la iglesia, tomar aguas y aires puros (Masía de la Mocha, Segorbe, 01.11.1831)
GARAY, M. (médico de Teruel)
- Philipe Rubio, beneficiado / Obstrucciones tenaces / Toma suero destilado y otras medicinas, así como aguas así externas como internas (Teruel, 01.07.1789)
- Philipe Rubio, beneficiado / Sigue medicinándose (Teruel, 01.07.1789)
GONZÁLEZ, Francisco (Primer cirujano de los Reales Hospitales General y ¿Pasión? de Madrid)
- Francisco Joaquín de Arteaga, canónigo / Operado en su país de fístula de ano[66] a la perfección, al presente no se halla cicatrizada por la parte que corresponde a lo interior del intestino roto, debido a unas almorranas fluentes[67] que vierten con mucha frecuencia copiosas cantidades de sangre efecto de graves obstrucciones en el vientre inferior y en el hígado / Imposibilidad de desplazarse (Madrid, 25.12.1823)
GONZÁLEZ DÍAZ, José (cirujano de Cangas de Onís y de la Real Colegiata de Covadonga)
- José García Carbajosa, beneficiado / En diciembre pasado lo visitó en Riera de Covadonga de pleuropneumonía[68] con evacuaciones sanguíneas generales y locales, que mejoró con emolientes atemperantes[69] lo mismo que un dolor de vías urinarias, que, consultado con el Dr. Victoriano García Ceñal, se diagnosticó como cistitis reumática de la vejiga[70] que fue tratada con medicamentos hasta que remitió a fines de febrero (Cangas, 18.11.1876)
GRANADOS AGUADO, Ildefonso (médico del Hospital de Santa María de Esgueva, Valladolid)
- Guzmán Meana, canónigo doctoral / De regreso de tomar los baños sulfurosos de Elorrio (Vizcaya) padece angina[71] granulosa que se ha exacerbado / Imposibilidad de regresar (Valladolid, 12.08.1883)
HERNÁNDEZ SILVA, José (médico director de los establecimientos de aguas sulfurosas de Elorrio)
- Germán Álvarez Manso, canónigo doctoral / Angina granulosa / Usar las aguas en forma de bebida, baños y pulverizaciones 15 días (Elorrio, 10.07.1881)
LÓPEZ, Joaquín Rafael (médico y catedrático de la Universidad de Valencia)
- Pantaleón Espín, arcediano de Alpuente / Desde hace tiempo padece fatiga de pecho y dificultad respiratoria / Tomar leche de burra y otras medicinas y no ejercer su ministerio (Valencia, 08.04.1831)
LÓPEZ Y CATALÁ, Salvador (médico de Valencia)
- Mariano Gisbert, canónigo / Catarro crónico con accesos de sofocación[72] (Valencia, 23.05.1876)
LLOBET, Vicente (médico, Valencia)
- Vicente Guiralt, canónigo / Hipocondria que mejoró con el tratamiento y el influjo del clima / debe proseguir hasta su total restablecimiento (Valencia, 14.02.1831)
LLORET Y GRAU, Ramón (médico de Godella y de la Real Academia de Medicina de Valencia)
- Vicente Richart, chantre / Reúma crónico exasperado por la estación que le impide la movilidad / Permanecer en el pueblo por la benignidad de la temperatura (Godella, 09.10.1835)
LLOTGE, Miguel (cirujano mayor del Hospital Militar de San Sebastián)
- Francisco Arteaga, canónigo / Lo intervino de una fístula de ano / Imposibilidad de viajar (San Sebastián, 02.03.1823)
- Francisco Arteaga, canónigo / Intervenido de una fístula de ano, a veces expele cierta humedad procedente de la membrana nueva de las almorranas fluentes que temporalmente padece / Para evitar que esta humedad hiera la parte operada, imposibilidad de viajar, en todo caso abstenerse de ir a caballo, sentado lo menos posible y con descansos (San Sebastián, 01.11.1823)
MARTÍ, Nicolás (ayudante de cirugía del ejército, Valencia)
- Francisco de Arteaga, canónigo / Indisposiciones por el ataque hemorroidal padecido hace tres meses / No puede desempeñar sus tareas ni residir en la catedral (Valencia, 06.03.1826)
MARTI, Pablo (médico de la Universidad de Valencia y de los Campos Provinciales de Inválidos de Valencia)
- Eleuterio Miravete y Mageras, canónigo / Convulsiones de nervios, temblor en el tacto, con debilidad de cabeza y temblor de piernas, a veces también inflamación en los extremos por excesos de frío o de calor / Debe evitarse todo país en extremo cálido o en extremo frío, sólo Valencia por el temple del clima (Valencia, 31.03.1789)
MILLÁN MOLÉS, Adolfo (médico de Altura)
- Cirilo Vicente Capilla, canónigo / Gripe[73] del ocho al quince de los corrientes (Altura, 17.03.1928)
MILLÁS, Vicente (médico de Buñol)
- Manuel Fernández Belenguer, maestrescuela / Reumatismo articular crónico en las articulaciones tibio- tarsiana y de ambas rodillas que le dificultan la locomoción y precisa de una muleta, catarro crónico de los intestinos que se exacerba con abundante diarrea y le obliga a guardar cama / Imposibilidad de ejercer su ministerio (Buñol, 30.07.1876)
- Manuel Fernández Belenguer, maestrescuela / Mejora su catarro intestinal crónico, la diarrea y el reumatismo articular crónico de las rodillas y articulaciones tibio-tarsianas, pero se han reproducido los dolores / Imposibilidad de ejercer su ministerio (Buñol, 27.09.1876)
MORENO, Enrique (médico de Santander)
- Juan Manuel del Carre y Gómez, canónigo / Irritación herpética que con carácter crónico padece en la laringe con crisis del 12 de junio al 20 de septiembre / Aguas sulfurosas (Santander, 20.09.1882)
OSTOLAZA, Manuel (cirujano de Deva, San Sebastián)
- Francisco Joaquín Arteaga, canónigo / De principios de mayo a principios de junio lo asistió de una úlcera en la circunferencia del ano con principio de fístula, sobre lo que consultó con el cirujano mayor del Hospital Militar de San Sebastián D. Miguel Llotge (Deva, 05.06.1822)
PEDRÓS, José (médico de Chelva)
- Jaime Esteban, beneficiado / Enfermedad crónica señalada en anteriores certificados / Imposibilidad de acudir al coro (Chelva, 20.19.1835)
PESET DE LA RAGA, Mariano (médico de la Junta de Sanidad Parroquial de San Pedro, Valencia)
- Antonio Valero, canónigo / Completa miopía[74] se prepara tomando medicamentos para la operación / No debe desplazarse ni exponerse a las contingencias atmosféricas de un viaje (Valencia, 30.10.1835)
- Antonio Valero, canónigo / Catarata[75] en ojo izquierdo y otra incipiente en el derecho, acompañado de enervación[76] general del sistema nervioso / Baños generales preparatorios de la operación (Valencia, 31.05.1836)
PONS ALMIÑANA, Salvador (médico de Jérica)
- Manuel Utrillas Cercós, beneficiado / Padece hace meses una irritación gastrohepática / Indispuesto para sus habituales ocupaciones (Jérica, 11.06.1902)
ROCHIANO, Antonio (médico de Valencia)
- Pablo Carrera, canónigo / Dolores por un herpes habitual que padece desde la niñez aumentado con los fríos de la estación / Disfrutar del clima benéfico de Valencia (Valencia, 11.02.1838)
- Pablo Carrera, canónigo / Dolores por un herpes habitual aumentado con los fríos de la estación / No debe regresar a Segorbe (Valencia, 11.03.1838)
- Pablo Carrera, canónigo / Dolores en todas articulaciones por un herpes habitual que padece desde mucho aumentado con los fríos de la estación / Ejercicio moderado, medicinas y disfrutar de clima benigno (Valencia, 11.04.1838)
RUBIO, Ciriaco (médico de Valverde)
- Pedro Antonio Lazcano, canónigo / Dolores reumáticos en pies, rodillas y a veces brazo derecho, con mucha debilidad de cabeza que le produce vértigos o vahídos que le impiden el ejercicio a pie que tanto necesita, con humores acres que le molestan los ojos / Imposibilidad de desplazarse (Valverde, 10.10.1835)
SÁEZ, Sebastián (médico de Valencia)
- Pantaleón Espín, arcediano del Alpuente / Padeció este invierno catarro tenaz con ataque al pecho del que convalece / Tomar aires y medicamentos que le impiden la residencia (Valencia, 07.05.1831)
TEN Y ABAD, José; PÉREZ, Pedro (médicos de Sagunto)
- Manuel Hernández Belenguer, maestrescuela / Dolores nerviosos crónicos en las articulaciones de las rodillas y tibiotarsianas, diarrea catarral crónica / Guardar cama, no ir al coro y a poder ser permanecer en esta ciudad (Sagunto, 31.03.1876)
TEN Y ABAD, José (médico de Sagunto)
- Manuel Fernández Belenguer, canónigo maestrescuela / Enfermedades crónicas con dolores nerviosos, reumatismo articular, catarro intestinal según certificados anteriores / Imposibilidad de ejercer las labores de su ministerio (Sagunto, 18.12.1876)
- Manuel Fernández Belenguer, canónigo maestrescuela / Sigue con sus enfermedades crónicas con dolores nerviosos exacerbados, aunque más aliviado del catarro intestinal / Imposibilidad de ejercer las labores de su ministerio (Sagunto, 31.10.1877)
TENAS, Juan (médico de Murviedro)
- Pedro Lazcano, canónigo / Debilidad en el sistema nervioso crónico con problemas visuales por dificultad de luz, estomacales por inapetencia continua, en el sistema locomotor por la inercia en los movimientos y vértigos frecuentes / Como proceden de la atonía nerviosa consecuencia del ejercicio mental y el excesivo calor de la estación debe permanecer en esta villa (Murviedro,23.07.1831)
TUTOR, Ildefonso (médico de Calahorra)
- Antonio Lagunilla, presbítero / Dispepsia muy acentuada con dolores gastrálgicos internos de carácter reumático / Aguas y baños de Fitero (Navarra) (Calahorra, 09.09.1876)
ZUBELÍN, José María de (médico de Deva, Guipuzcoa)
- Francisco de Arteaga, canónigo / Continúa padeciendo subirritación crónica de la membrana mucosa gastrointestinal, fiebre, dolores alternos en la boca del estómago e hipocondrio[77], inapetencia y vigilia, a pesar del plan atemperante y dieta rigurosa que practica / No puede residir ni ocuparse de trabajos intelectuales, debe distraerse mucho (Deva, 01.04.1827)
En esta lista destaca la presencia de dos importantes figuras médicas valencianas del primer tercio del siglo XIX. La primera es Vicente Llobet Tomás (1788-1834), que López Piñero (1984) considera como el último continuador de la tradición anatómica de la Facultad de Medicina de Valencia. Infatigable disector y sólidamente informado de las novedades de su tiempo, el influjo que hubiera podido tener en el mantenimiento de dicha tradición quedó frustrado por la represión política que sufrió por su ideología liberal, que le impidió ser nombrado catedrático hasta un año antes de su muerte, víctima de la primera epidemia colérica que sufrió Valencia (Gozálbez Silvestre, 1901).
La segunda figura es Mariano Peset de la Raga, personalidad inicial de la más importante dinastía médica valenciana de los siglos XIX y XX, que destacó como crítico de los sistemas médicos cerrados de su época, como el brusismo y la “medicina curativa” de Louis Leroy, en su Disertación crítico-médica (1836), y como principal estudioso valenciano de la primera epidemia colérica en el Tratado (1834) que dedicó al tema.
3. Otros documentos de carácter sanitario
En esta última sección se exponen 11 documentos fundamentalmente dirigidos al cabildo eclesiástico de la catedral de Segorbe. Son instancias personales en las que generalmente se pide autorización a dicho cabildo por parte de la curia para restablecer su salud. Hay también una solicitud en la que un facultativo pide plaza de médico de dicho cabildo.
ALCAYDE, Manuel (¿canónigo?): Ha sufrido “un terrible mareo de cabeza” que le impide asistir al cabildo extraordinario de esa misma tarde, cediendo su voto para cuantas elecciones se hagan para el gobierno de la sede vacante a D. José Castell, arcediano mayor (Segorbe, 05.04.1837)
BAYO, José María (diácono beneficiado): Enfermo muchos días de dolor de estómago, como acredita la certificación, solicita “presencia en el Coro” durante el tiempo conveniente (Segorbe, 25.06.1830)
BENIGNO, José (beneficiado): Para recuperar su decaída salud se ve necesitado de tomar los baños de Segura en el Reino de Aragón, según lo acredita el certificado médico que acompaña (Segorbe, 11.08.1831)
GARCÍA CARBAJERO, José (beneficiado): Padece desde hace cinco años dolores reumáticos en las estaciones húmedas y frías, precisa recibir baños termales y solicita un mes de gracia (Segorbe, 30.04.1876)
LACRUZ, Valeriano (presbítero): Por orden del médico D. Blas Vicente debe salir de Segorbe para cambiar de aguas (Segorbe, 20.10.1835)
LAGUNILLA, Antonio (beneficiado contralto): No habiendo encontrado todavía mejoría, por segunda vez solicita se le prorrogue otro mes la licencia para tomar las aguas termales de Fitero, según certificación médica que adjunta (Calahorra, 09.09.1876)
PINAZO, Abdón (capellán): Para restablecerse de las dolencias que se indican en el certificado que acompaña, solicita partir a Teruel a mudar de aguas y alimentos (Segorbe, 16.04.1828)
PIQUER, Salvador (presbítero): Por dictamen médico debe pasar a Valencia para recuperar la salud (Segorbe, 10.11.1831)
SALCEDO, José (presbítero): Conociendo la existencia en Valencia de un facultativo idóneo para “quitar las cataratas” y hallándose con ellas su hermano Ramón Salcedo, presbítero credenciero, solicita autorización para acompañarle (Segorbe, 08.05.1831)
VEGA Y MOLÉS, Gabriel de la (beneficiado): Desde hace mucho tiempo padece fístula en cuya curación ha empleado remedios homeopáticos encontrando cierto alivio pero sin curarse del todo, no habiendo en la ciudad facultativo que pueda suministrarle estos remedios, solicita permiso para pasar a Valencia donde si los hay (Segorbe, 31.01.1876)
VICENTE DEL MAS, Blas (médico de Segorbe): Por fallecimiento de D. José Ximeno se encuentra vacante la plaza de médico titular del Cabildo, “y viene de inmemorial tener SS. Iltma. Un facultativo de esta clase para sus asistencia, y la de sus empleados”, cargo que solicita (Segorbe, 01.03.1825)
4. Análisis de las certificaciones
4. 1. Certificaciones de los médicos de Segorbe
Con el objeto de extraer cuanta información nos ha sido posible de estos 85 documentos, los hemos analizado tratando de conocer las distintas etapas en que se extendieron, profesiones de los pacientes, dolencias que sufrían, recursos terapéuticos que se recomendaban, así como las bajas laborales que se producían como consecuencia de estas dolencias. Como se aprecia de la simple lectura de los mismos, veremos la marcada influencia galenista que todavía conservan los médicos de la primera mitad de la centuria decimonónica.
4. 1. 1. Fechas de expedición de los documentos: Hemos dividido en cinco periodos de aproximadamente 15 años el lapso de tiempo que media entre 1789, fecha de expedición del primer certificado médico, y 1884 en que sale el último, con el resultado siguiente:
1789 – 1815: 5 certificados
1816 – 1830: 18 certificados
1831 – 1845: 53 certificados
1846 – 1860: 0 certificados
1861 – 1875: 1 certificado
1876 – 1884: 8 certificados
A la vista del cuadro, parece claro que el grueso de los documentos se extiende entre 1816 y 1845, concretamente 71 de los 85. Si a ello añadimos que 49 proceden de Blas Vicente del Mas, médico del cabildo entre los años 1823 y 1844, convendremos que la información científica que proporcionan bien puede considerarse característica de este periodo.
Como ha dejado claro en repetidas ocasiones el profesor López Piñero, el desarrollo de la medicina valenciana en esta etapa ha perdido ya el vigor renovador del final del siglo XVIII, frustrado dramáticamente ante la crisis de la guerra de la Independencia (1808-1814) y el reinado de Fernando VII (1814-1833), además del adverso condicionamiento socioeconómico y político que sumió la enseñanza y el ejercició de la medicina en una profunda sima de la que difícilmente empezó a salir en la segunda parte de la centuria.
4. 1. 2. Profesiones de los pacientes: Los 85 certificados se reparten según la siguiente secuencia de profesiones que se daban cita en el cabildo de Segorbe:
- Canónigos 45, de los cuales en 16 no se especifica el cargo, 6 son de deanes, 5 de arcedianos, salmistas y chantres, 3 lectorales y penitenciarios, 2 tesoreros y 1 doctoral
- Beneficiados, 26
- Presbíteros, 11
- Organista, 1
- “Individuo de la catedral”, 1
Tan sólo en tres ocasiones se especifica la edad de los pacientes, que tienen 66, 70 y 75 años, lo que nos indica que, en general, se trata siempre de personas mayores.
4. 1. 3. Enfermedades y dolencias: Dentro de las dificultades que plantea la interpretación de algunos términos médicos a la hora de situar con precisión ciertas dolencias que se citan en los certificados las clasificamos de la forma que sigue, teniendo en cuenta que en un mismo documento se puede aludir a enfermedades de diferentes aparatos o sistemas del organismo. Así encontramos las siguientes referencias:
- Aparato digestivo, 39, de las cuales 5 son hernias umbilicales o inguinales
- Aparato locomotor, 16, de ellas 5 son parálisis
- Aparato respiratorio, 13
- Aparato urinario, 2
- Afecciones dermatológicas, 14, 11 son diversas suertes de herpes
- Afecciones mentales, 8, epilepsias 5
- Afecciones oftalmológicas, 2
En ocasiones no se precisan dolencias concretas y los médicos se limitan a hablar de síntomas con más o menos vaguedad, así encontramos las referencias:
- Debilidad o atonía, 11
- Dolores en general, 7
- Vértigos y mareos, 7
- Calenturas, fiebres, 6
4. 1. 4. Tratamientos preconizados: Dado que los certificados buscaban sobre todo exonerar al paciente de los trabajos propios de su cargo, nos vamos a encontrar que atienden casi siempre a que suspendan total o parcialmente su actividad profesional, en especial la asistencia a los oficios del coro donde tanto tiempo pasaban aquellos canónigos, sufriendo a menudo los rigurosos fríos del invierno o los calores veraniegos. Veamos las principales prescripciones que aparecen en estos documentos:
- Limitar la actividad profesional o no asistir a los oficios del coro, 35 referencias
- Cambio de aires o quedar eximido de residir en la localidad, 33 referencias
- Hacer ejercicio físico moderado, paseos, etc., 37 referencias
- Medicaciones, tan sólo 6 referencias para recomendar la ingesta de aguas minerales (4), suero, leche o bebidas refrescantes
- Pasar a la capital a la consulta con especialistas, 2
- Baños balnearios, 23 referencias, que se reparten de la siguiente forma:
Villavieja (Castellón, sulfurados), 7
De mar, 6
Valencia, 5
Navajas (Castellón), 3
Segura de Baños (Teruel), 2
Aceptando la actividad sedentaria propia de los trabajos del cabildo, vemos que los médicos insisten muchísimo en la conveniencia de realizar paseos y otros ejercicios físicos moderados, y también de la conveniencia de cambios de aires que mejoren la salud orgánica.
También llama la atención el frecuente recurso a la balneoterapia, lo que viene a confirmar el corte claramente hipocrático de la medicina que todavía ejercían estos galenos, muy alejada de las modernas teorías médicas que llegan por entonces de Francia.
Pero además, en diversas ocasiones se habla en la literatura técnica de complexiones, temperamentos, humores y otros términos característicos del galenismo. Así el Dr. Lombarte y Giner en 1831 se refiere en algún caso al “predominio del sistema linfático con deterioro del sanguíneo”, o la necesidad de “fortificar los sistemas de la economía del organismo por medio del ejercicio al ambiente libre y bien oxigenado”. El mismo año el Dr. Vázquez habla de predominio del “humor gotoso”, y por entonces el Dr. Vicente del Mas recurre a términos como “temperamentos” o “plenitud” para justificar otras dolencias.
No se crea que era exclusiva de los médicos establecidos en Segorbe esta terminología que, todavía, delata la clara influencia galenista que respiraba la medicina de la primera mitad del siglo XIX, asimismo vemos otros casos que la usan en sus certificados. Es el caso del zaragozano Dr. Tadeo Boira que en 1831 habla de “vicio humoral peligroso”, o del Dr. Ciriaco Rubio de Valverde que unos años depués cita los “humores acres”.
En efecto, es conocido que la medicina hipocrática propugna que la propia naturaleza por sí misma sea capaz de superar la enfermedad, es decir que el médico se limite a dejar obrar a la physis, a la naturaleza del enfermo. Como podemos ver por las recomendaciones médicas vertidas en estos certificados, se trata por lo común de cambiar de aires, aguas o alimentos, en definitiva buscar lugares tranquilos donde se sosiegue el espìritu del enfermo y recupere el equilibrio humoral perdido. Todo ello con la ayuda del descanso intelectual, el reposo físico o el ejercicio moderado, la licencia para eludir las tareas más pesadas del cabildo, los baños o la bebida de aguas medicinales.
Cuando resultan insuficientes estos recursos terapéuticos, se aconseja en último extremo el uso de medicamentos, de los que apenas se dejan algunos nombres, y resulta bastante significativo que en absoluto se hace referencias a sangrías. Recordemos en este sentido que tanto Hipócrates como Galeno las recomendaban con gran prudencia, mucho mayor de la que luego harían gala sus numerosos seguidores incluso hasta el mismo siglo XX.
4. 2. Certificaciones de médicos no segorbinos y otras certificaciones
Vamos a estudiarlos con el mismo criterio seguido con los otros documentos de los médicos de Segorbe.
4. 2. 1. Fechas de expedición de los documentos: Hemos dividido en periodos de aproximadamente 15 años el lapso de tiempo que media entre 1789, fecha de expedición del primer certificado médico, y 1928 en que sale el último, y hemos obtenido que los certificados se agrupan de esta forma:
1789 – 1815: 3
1816 – 1830: 11
1831 – 1845: 21
1846 – 1860: 0
1861 – 1875: 1
1876 – 1890: 18
1891 – 1905: 2
1906 – 1928: 1
De nuevo la mayor concentración de documentos se da en el periodo comprendido entre 1816 y 1845, con 33 de las 56 referencias, tan sólo al final de los años 90 encontramos otras 18. El resto de etapas son apenas testimoniales.
4. 1. 2. Profesiones de los pacientes: En ninguno de los 56 certificados se concreta la edad de los pacientes, que repartidos por profesiones son:
- Canónigos 34, de los cuales en 22 no se especifica el cargo, 6 son maestrescuelas, 2 arcedianos y doctorales, y 1 chantre y deán
- Beneficiados, 13
- Presbíteros, 7
- Organista, 1
- “Individuo de la catedral”, 1
4. 1. 3. Enfermedades y dolencias: Dentro de las citadas dificultades que encontramos para interpretar de algunos téminos médicos a la hora de situar con precisión ciertas dolencias que se citan en los certificados, las vamos a clasificar de la forma que sigue:
- Aparato digestivo, 21
- Aparato locomotor, 13
- Aparato respiratorio, 13
- Aparato circulatorio, 4
- Aparato excretor, 1
- Afecciones dermatológicas, 4
- Afecciones mentales y nerviosas, 15
- Afecciones oftalmológicas, 5
4. 1. 4. Tratamientos preconizados: Igualmente en estos certificados los facultativos buscan sobre todo exonerar al paciente de los trabajos propios de su cargo, pero como además se expiden lejos de Segorbe, por lo general siempre recomiendan evitar desplazamientos hasta curar la enfermedad, de ahí que disminuyan las alusiones a cambios de aires. Veamos las principales prescripciones que aparecen en estos documentos:
- No trasladarse hasta Segorbe mientras no sane el enfermo, 20 referencias
- Limitar la actividad profesional o no asistir a los oficios del coro, 14 referencias
- Cambio de aires o estar eximido de residir en la localidad, 12 referencias
- Hacer ejercicio físico moderado, paseos, etc., 5 referencias
- Pasar a la capital para consultar con especialistas, 2 referencias
- Muletas, 2 referencias
- Dieta, 1 referencia
- Medicaciones, 17 referencias para recomendar la ingesta de aguas minerales (3), leche de burra (2), suero destilado (2), uso de medicinas homeopáticas o de emolientes y atemperantes
- Baños balnearios, 11 referencias: 5 de baños en general, 1 de baños sulfurosos en general, 2 de baños en Fitero (Rioja), 1 en Villavieja, en Elorrio (Vizcaya) y Segura de Aragón (Teruel)
De nuevo vemos como los médicos insisten muchísimo en la conveniencia de los paseos y otros ejercicios físicos moderados, de limitar la actividad profesional y de usar una dieta conveniente a la dolencia. Sigue el frecuente recurso a la balneoterapia, lo que asimismo confirma el corte claramente hipocrático de la medicina que todavía ejercían estos médicos. Sin duda la conclusión más importante que podemos constatar del estudio de esta documentación
José María de Jaime Lorén (Universidad Cardenal Herrera-CEU, Moncada, Valencia)
Vicente Aguilar Morella (Escuela Valenciana de Estudios de la Salud, Consellería de Sanitat, Valencia)
Bibliografía
AGUILAR, J.: Noticias de Segorbe y su obispado. Segorbe, 2 vols. Segorbe, Ed. Caja de Ahorros de Segorbe
AGUILAR MORELLÁ, V. (1995): La salud y enfermedad en el Segorbe del siglo XIX. Tesis doctoral inédita, Universidad de Valencia, Facultad de Medicina, 2 vols.
Diccionario terminológico de ciencias médicas (1972). 10ª ed., Barcelona, Salvat, 1213 p.
LAÍN ENTRALGO, P. (1977): Historia de la medicina. Barcelona, Salvat, 722 p.
LÓPEZ PIÑERO, J.M. et al (1998): Estudios sobre la profesión médica en la sociedad valenciana (1329-1898). Orígenes históricos del Colegio Oficial de Médicos de Valencia. Valencia, Ayuntamiento de Valencia, 342 p.
Simposio 2002 sobre la Historia de la Medicina. Doce trabajos históricos sobre la medicina valenciana (2002). Valencia, Instituto Médico Valenciano. Unidad de Historia de la Medicina
TORRES Y FORNES, C. (1886): Estudio topográfico-médico de Segorbe. Memoria premiada por la Real Academia de Medicina y Cirujía de Barcelona en el Concurso Científico del año 1885. Castellón, Imprenta de Vicente Giner
[1] AGUILAR MORELLÁ, V. (1995): La salud y enfermedad en el Segorbe del siglo XIX. Tesis doctoral inédita, Universidad de Valencia, Facultad de Medicina, 2, 289-448
[2] Reumatismo articular crónico es la forma clínica que sucede a varios ataques de reumatismo articular agudo, y se acompaña de deformidad progresiva de las articulaciones afectas, por la hipertrofia y atrofia combinadas de los huesos y cartílagos.
[3] Ictericia es la coloración amarilla de la piel, mucosas y secreciones, debida a la presencia de pigmentos biliares en la sangre
[4] La no obligación de residir debe entenderse como la posibilidad de abandonar la ciudad de Segorbe y pasar a otros lugares como si se tratara de una vacación por prescripción facultativa. Se da a menudo en ciertas dolencias
[5] Herpes es la afección inflamatoria de la piel, caracterizada por la aparición de pequeñas vesículas transparentes reunidas en grupos rodeados de una areola roja
[6] Diátesis se considera en general a una predisposición individual, congénita, hereditaria, a padecer un grupo determinado de dolencias, en el caso de diátesis reumática la predisposición es a padecer reumatismo o artritismo
[7] Calentura, por extensión fiebre
[8] La inflamación crónica de estómago es de curso lento y de síntomas poco intensos
[9] Inflamación crónica del estómago
[10] Úlcera bucal es la pérdida de sustancia en la mucosa bucal que presenta dificultades en su cicatrización
[11] Estado valetudinario es aquel que se caracteriza por su debilidad, achaques generales e incluso invalidez
[12] Gastroenteritis crónica es una inflamación del estómago e intestinos que se arrastra largo tiempo sin especial gravedad
[13] Cólico flatulento es aquel dolor intestinal debido a la distensión por gases o timpanitis