Cuenta Juan Manuel Sánchez Yáñez en su publicación “Las enfermedades infecciosas en la historia humana”, que ya en la Grecia Clásica los mosquitos fueron tan difíciles de controlar por las autoridades que obligaron a la evacuación de polis (ciudades) enteras. Está documentado también por este autor que en Alaska, en los años de la colonización, tal era la cantidad de ellos que llegaban a empujar a los exploradores a los límites de la locura y del suicidio.

Posteriormente, ya en el verano de 1858 en Atlantic City (Nueva Jersey, EEUU), los turistas llamaban a los mosquitos "el terror de Jersey", ya que los obligaban a ocupar por la fuerza trenes o sobornar a los conductores para subir a bordo y huir de ellos. Como vemos, existe una base histórica bastante fundada para justificar el temor que causan estos insectos y sus mordeduras.

En este post, vamos a centrarnos en el mosquito que más nos preocupa a todos, el que está en boca de la gente, el mosquito tigre, Aedes albopictus. Una clase de mosquito de dispersión relativamente reciente en la península ibérica. Realmente, este insecto se identificó por primera vez en España hace poco, en el año 2004. La especie es originaria de Asia aunque se extendió por el resto de continentes (África, América, Europa…) con mucha rapidez a partir del año 1979. Este díptero está incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, que realiza la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Hembra de Aedes albopictus

¿Por qué? Porque además de ser un importante vector en la transmisión de enfermedades graves para el ser humano como el dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental, la artritis epidémica Chukunguña, etc., ha tenido un gran impacto sobre la salud a nivel mundial, y ha logrado mermar la calidad de vida y el bienestar de la población debido a sus numerosas y molestas picaduras.

La recurrencia en la mordedura del Aedes albopictus es un tema muy estudiado en Salud Pública. Actualmente existen numerosas publicaciones sobre el tema, y en todas ellas observamos un patrón común. Se ha identificado un importante incremento de las consultas médicas por picaduras de mosquitos en nuestro país en los últimos años, sobre todo las causadas por la hembra del mosquito tigre. El macho, cosa curiosa, se alimenta de néctar, es de menor tamaño y también es menos longevo. El género femenino es el hematófago.

La hembra de este díptero, al morder inocula una cantidad bastante razonable de veneno para su pequeño tamaño (1 cm), causando eritema, picor muy intenso, dolor, hormigueo, lesiones en forma de ampollas, etc. La realidad es que el grado de inflamación variará en función de la sensibilidad individual de cada persona, en los niños las reacciones suelen ser más severas.

Picaduras de hembra de Aedes albopictus

Hay datos relevantes en los artículos citados. Veamos algunos de ellos. Por ejemplo, el 61% de los encuestados afirma haber sufrido la mordedura de dicho insecto al menos alguna vez. Lo que es mucho. Pica con más frecuencia a las mujeres que a los hombres pero, de entre ellos, los niños son el sector poblacional que mostraba un mayor número  lesiones y una distribución más generalizada. Sobre todo en las extremidades inferiores. Un 80% de los encuestados no había acudido al centro de salud. Sin embargo, un 36% acudió a la oficina de farmacia en busca de tratamiento y asesoramiento profesional. De éstos, tan solo el 46% del total afirmaban haber usado algún tipo de repelente o preventivo alguna vez y, casi exclusivamente, para sus hijos. Cifra escandalosamente baja, dada la magnitud de problema, la cantidad de publicidad que hacen los servicios estatales para que se usen repelentes (colegios, centros de salud, etc., sobre todo en verano que es la época de mayor auge del mosquito), y la cantidad de productos que ofrece la industria farmacéutica, cada vez más efectivos y más inocuos para el paciente.

Vamos a repasar algunos de los repelentes comercializados más efectivos.

DIETILTOLUAMIDA (DEET)

1. Goibi Xtreme Spray®

Su acción consiste en producir sensaciones desagradables en los terminales sensitivos de los insectos, de esta manera se consigue el efecto repelente. La DEET tiene una eficacia suficiente como repelente y además, debido a su elevada volatilidad, crea a la vez un entorno repulsivo para los insectos alrededor de las zonas donde se aplica.

Se tiene una gran experiencia en la utilización de la DEET como repelente de insectos. Su eficacia está bien demostrada frente a mosquitos, moscas, garrapatas, pulgas, así como frente a la sanguijuela.

La conclusión es que los repelentes con una concentración inferior al 40% en DEET, utilizados por personas adultas, pueden considerarse seguros y eficaces.

El producto lo comercializa Laboratorios Cinfa con el nombre de Goibi Xtreme Spray 75 ml. De elección para viajes a zonas de elevado riesgo de transmisión de enfermedades tropicales. Se puede usar a partir de los 2 años de edad.

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1. Citronella

Fue el primer repelente de insectos que se utilizó. Es un extracto de los derivados terpénicos presentes en distintas especies vegetales (citronella de Ceilán y citronella de Java).

En cuanto a su acción, parece ser que produce un efecto desagradable sobre las terminaciones sensitivas y produce un bloqueo de la percepción química de los insectos. Ahuyenta a los insectos pero no los mata ni envenena el ambiente.
Sus ventajas: su baja toxicidad, la ausencia de reacciones alérgicas tópicas producidas por la aplicación de la citronella y su agradable olor. Estas propiedades lo convierten en un repelente de insectos adecuado en niños pequeños y en mujeres embarazadas.

Se comercializa generalmente en pulseras por su comodidad. Se puede ubicar en las muñecas, tobillos e incluso colgar cerca de las cunas o camas de los niños. También existe en roll-on que es muy cómodo, pues con una fina línea realizada sobre las extremidades suele ser suficiente para garantizar la protección.

3-(N-N-BUTIL-N-ACETIL) AMINOPROPIONATO DE ETILO

Suele utilizarse en la formulación de repelentes indicados para niños pequeños.

1. Goibi® Infantil Spray 100ml. 

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Para niños a partir de 1 año.

A parte de los fármacos, hay una serie de recomendaciones interesantes para prevenir las picaduras del mosquito tigre. Los mosquitos suelen picar en las zonas descubiertas del cuerpo, por tanto, debemos evitar ir muy expuestos. Especialmente en personas jóvenes con la piel caliente y un olor corporal fuerte. Les atrae la indumentaria oscura y brillante. Tienden a alimentarse desde el anochecer hasta el amanecer, aunque no es una norma fija.

Hasta aquí una revisión bibliográfica sobre los peligros del mosquito tigre. Desde la Farmacia Online De Jaime de Valencia, esperamos les haya resultado interesante este breve post. 

José Mª de Jaime Ruiz
Farmacéutico Farmacia de Jaime

Bibliografía

Sánchez Yáñez, J.M. (2011). Las enfermedades infecciosas en la historia humana.
Curcó, N.; Giménez, N.; Serra, M.; Ripoll, A.; García, M.; Vives, P. (2008). Picaduras por mosquito tigre. Percepción de la población afectada tras el establecimiento de Aedes albopictus en España. Universidad de Barcelona. Barcelona. España.
Giménez, N.; Barahona, M.; Casasa, A.; Domingo, A.; Gavagnach, M.; Martí, C. (2004). Llegada de Aedes albopictus a España, un nuevo reto para la salud pública.
Catálogo de Parafarmacia. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, 2002.
Gallach i Patau, M.; Gascón i Lecha, M.P. Les picades d'insectes i d'animals marins. Circular farmacéutica 1995; 13:18-25.
Protocolos de Actuación Farmacéutica: Repelentes de insectos y picaduras. Zaragoza: Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, 2000.
Saltó, A.; Franquesa, N.. Picaduras: riesgos para la piel. El farmacéutico 1999; 227:52-8.